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Los Griegos

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El período de 1200-800 a.C. que va entre la civilización micénica y la época arcaica, es fundamental para conocer la trayectoria del mundo griego hasta el siglo IV a.C. Esta época es denominada Edad Oscura, por la carencia de datos, aunque contamos con los textos homéricos del siglo VIII a.C. y escasa información arqueológica.
Después del hundimiento micénico, la densidad de población en Grecia disminuye, sobre todo en Laconia y Mesenia, pero menos en el Ática, donde acuden los refugiados de las primeras, y desde aquí se produce una nueva emigración, responsable de los nuevos hábitats o cementerios de Eubea, en Quios y en la propia Ática. Las costas de Asia Menor y de las islas reciben en el siglo XII a.C. una serie de migraciones de poblaciones griegas. Las comunidades se repliegan y se relacionan en ámbitos muy restringidos, siendo escasa la navegación y los intercambios comerciales. En este tiempo se forma la originalidad de los distintos grupos étnicos y las diferencias dialécticas, coincidiendo con la difusión de la metalurgía del hierro y la adopción de los enterramientos de inhumación en vez de incineración. La cerámica protogeométrica se extiende a partir del siglo XI a.C. por todo el Egeo, Cícladas y costas de Caria y Jonia.
En los siglos X y IX a.C. se inicia la recuperación, que culmina en el siglo VIII a.C. Las comunidades se agrupan formando unidades políticas, con aristocracias de basileis, y tal vez con una autoridad superior. Esta nueva organización dará paso a las polis.
En los siglos IX y VIII a.C. surgen los primeros templos, como el de Samos, aunque el hábitat sigue siendo pobre. Se fabrican pequeñas estatuillas de bronce y obras de prestigio en cerámica con escenas compositivas de decoración: la de Atenas y Corinto. Pero los hallazgos más ricos son los de Lefkandi en la isla Eubea, con objetos de oro, phiales importados y mucho bronce local (calderos y fíbulas, armas en hierro, como consecuencia de las relaciones con Chipre y Oriente).
En el Ática, hay una búsqueda de contactos con el exterior, debido al auge demográfico y económico. La cerámica ática se expansiona por todo el Egeo y Asia Menor. Los euboicos se establecen a finales del siglo IX a.C. en la costa sirio-palestina, donde, según algunos,adoptaron y adaptaron el alfabeto fenicio.

La colonización griega

Empieza en el siglo VIII a.C. impulsados por necesidades internas: el gran aumento demográfico como consecuencia del resurgimiento económico y la insuficiencia de tierras, que agravaba la tensión social.
En un principio eran exploraciones e intentos de apertura de mercados, para permitir un mejor conocimiento de las rutas marítimas.
Se distinguen dos tipos principales de colonias:

  • La apoikiai: asentamientos agrícolas o de población, con pactos diversos con los indígenas.
  • Los emporia: simples factorias o puntos de intercambio sin pretensión política ni instalación territorial.

Áreas de expansión

Magna Grecia y Sicilia
Se produce en el siglo VIII a.C. y principios del siguiente, por intereses agrícolas. Los euboicos fundan las primeras colonias: Pitecusa, Cumas y Naxos; los corintios, Siracusa; los mégareos: Megara Hiblea, etc. Durante el siglo VII a.C. surgirán nuevas ciudades, fundadas bien por las metrópolis egeas o bien por las ciudades italiotas o siciliotas (Acra, Selinunte, Agrigento...), finalizando el proceso colonizador en el siglo VI a.C..

El Ponto Euxino y sus accesos
Las colonias en el Mar Negro son poco conocidas. Los primeros en el siglo VIII a.C. fueron los euboicos en la región de Calcídica y los jonios en la Propóntide (Cícico). A partir del siglo VII a.C. hay una presencia masiva de griegos en todas las costas, pero será Mileto quien monopolice las fundaciones y sus accesos. No hay penetración territorial, por la presión escita.

El Norte de África
Los de Tera fundan Cirene en el 632 a.C., importante para la llegada de las rutas caravaneras procedentes del alto Nilo, y desde aquí se fundan colonias nuevas, como Barca y Evespérides, controlando los griegos toda la región. El establecimiento de Naucratis (Egipto) es puramente comercial, existiendo un comercio griego-egipcio durante el siglo VI a.C.

El Extremo Occidente
Aunque las fuentes antiguas dicen que la Península Ibérica fue colonizada por los rhodios, que fundan Rhode (Rosas), los restos exhumados son muy reducidos y solamente han dado materiales de los siglos V a.C. en adelante. Herodoto señala igualmente las actividades foces en occidente, y describe la colonización de los samios sobre el 650-640 a.C. en el reino de Tartesos, cuya producción y comercio estaba bajo control fenicio. La amistad con Argantonio les procuró un libre comercio donde participaban tanto fenicios como griegos, debilitándose en el último tercio del siglo VI, tras la batalla naval de Alalia (535 a.C.).
De la primera etapa (675-625 a.C.) quedan pocos restos arqueológicos (casco corintio en Jerez, cerámicas griegas en Huelva, y algunos objetos en Extremadura).
A finales del siglo VII y en el VI a.C. los foceos recorren el litoral sur peninsular, bien por la ruta tradicional o por el norte de África. Consecuencia de estos viajes son Alonis (Santa. Pola) y Hemeroskopeion (Calpe o Denia). Al mismo tiempo inician otros viajes por el noroccidente del Mediterráneo y fundan a fines del siglo VII a.C.Masalia (Marsella), donde existirá posteriormente un importante comercio durante la primera mitad del siglo VI a.C. Hacia el 600 a.C. fundan Emporion (Ampurias) que en el primer siglo de existencia se consolida, y acaba extendiendo su área de influencia, por lo menos comercial, por gran parte de la costa mediterránea española y tal vez el Languedoc.

Ampurias
Su primer asentamiento fue en un islote, Palaiápolis, sede de un poblado indígena, frecuentado también por los púnicos y etruscos. Fruto de su prosperidad mercantil, sobre todo en el siglo V a.C., son las acuñaciones ampuritanas (óbolos y tremihóbolos de plata, y las dracmas, muy imitadas entre las poblaciones indígenas), así como la gran cantidad de cerámica ática, importada por Ampurias y distribuida en las poblaciones indígenas. Con la fundación de nuevas poblaciones en el sureste, Alonis y Akra Leuke, se facilita la penetración en el interior hasta Extremadura.
A partir de los siglos V y IV a.C. la presencia griega sufre una reestructuración debido a la incidencia cartaginesa y los cambios que experimenta el mundo indígena andaluz y levantino. La situación a partir del siglo IV a.C. será un comercio griego centrado en factorías costeras, en competencia y concurrencia con los fenicios, y en busca de los recursos mineros de la Alta Andalucía y Sierra Morena. Con este panorama se encontrará Roma, que heredará los intereses griegos, mientras que Cartago habrá intensificado a partir del 237 a.C. su penetración en el interior peninsular.

Manifestaciones culturales en la Península Ibérica

Los materiales griegos están documentados tanto en las costas como en el interior, con cronología desde el siglo VIII a.C.hasta el año 218 a.C. tras la segunda guerra púnica, cuando se incorpora al mundo romano.

Urbanismo
Dos importantes ciudades en el golfo de Rosas: Ampurias y Rosas. De la ciudad antigua de Ampurias no hay restos; pero se conoce la configuración de la Neápolis, o asentamiento del continente, de forma rectangular delimitada por una muralla ciclópea, con una sola puerta de acceso, protegida por dos torreones, situada en los siglos III y II a.C. El trazado es de tipo hipodámico con irregularidades. Las casas están formadas por dos o tres habitaciones y algunas con dos pisos. Hay ágora y áreas sacras. De Rosas hay escasas estructuras de los siglos IV y III a.C., mostrando trazado de tipo hipodámico.

Lugares de culto
En Ampurias hay tres templos, dos de ellos detrás de la muralla, uno dedicado a Asclepio y otro a Higea. El tercero, el más grande, está edificado sobre una muralla y encerrado en un recinto fortificado. Está consagrado a Zeus-Serapis y es del siglo I a.C. También existen aras y pedestales, que formarían parte de un sacellum o recinto para celebrar ceremonias religiosas al aire libre.

Cerámica
Abundan los vasos griegos. Los más antiguos están en el sur, en un ambiente comercial fenicio de los siglos VIII y VII a.C. (crátera o pyxide de cerámica ática, skyphos de pájara eubeo, ánforas áticas de tipo “SOS”, etc.).
Desde finales del siglo VII a.C. y durante el VI a.C. sobre todo, hay un gran número de productos importados que llegan desde Ampurias a Huelva: cerámica ática, calcídicas, honias, samias, corintias, laconias o quiotas, destacando el ánfora de Huelva, pintada por Klitias, el lekanis de Ampurias de Polos, los aribalos procedente de Naucratis y las copas áticas de los Pequeños Maestros.
Hacia finales del siglo VI a.C. desaparecen las importaciones griegas en Andalucía y será Ampurias, en el siglo V a.C. la receptora de estos materiales, principalmente áticos, que distribuirá por el suroeste: lekythos de figuras negras, Kylikes decorados con barniz rojo coral, crátera, ánforas..., llegando en el siglo IV a.C. a las poblaciones ibéricas de las costas, desde Cataluña hasta Huelva, y las áreas mineras de Andalucía y

Extremadura
En el siglo IV a.C. la cerámica ática importada es de baja calidad, con temas estereotipados de figuras rojas: Kylikes y las cráteras de campana con escenas dionisíacas. Importante es la cerámica de barniz negro usada como vajilla de mesa, que sustituye a finales del siglo IV y principios del III a.C. a la cerámica ática, cuyo centro principal se encuentra en Rosas.

Escultura en piedra
Hallazgos no muy abundantes, aunque hay influencia del arte griego arcaico en algunas obras indígenas. Hay dos esculturas de mármol de la Neápolis de Ampurias. Una, de 2 m de alto, del dios Asclepio, de un taller ateniense de la época helenística. Otra es una pequeña cabeza de figura femenina perteneciente a una escuela ática original del siglo IV a.C., de la diosa Afrodita.

Bronces
Son escasos en Iberia, y se concentran en el sur de la Península e Islas Baleares: dos cascos corintios en Jerez y Huelva, dos oinocoes rodios en Granada y la necrópolis de la Joya (Huelva), una figura femenina de Astarfe (Granada), y una coraza en la cueva del Jarro (Almuñécar).
En el sureste aparecen el Centauro de Rollos (Caravaca, Murcia) y el Sátiro itifálico del Llano de la Consolación (Albacete).
En Baleares están el Apolo de Lluchmayor (Mallorca), dos figuras de Atenea Promachos de Porreras (Mallorca y Menorca) y una Atenea Palladion de Santany (Mallorca).

Numismática
Ampurias y Rodas comienzan a acuñar moneda en el siglo V a.C. y la desarrollan en los siglos IV y III a.C.
Las monedas ampuritanas son más antiguas, y son anepígrafas de plata, relacionadas con el lote hallado en Auriol (Marsella). En el anverso aparece una cabeza barbada o imberbe con casco (¿Hércules?), una cabeza de sátiro, etc. En el reverso hay un cuadrado incuso. Posteriormente hacen monedas epigráficas, como trihemióbolos y obolos, de patrón masaliotacon, con el anverso de cabeza de Atenea y en el reverso una lechuza.
Los dracmas son las monedas más importantes en plata. Las de Rosas son anteriores a las de Ampurias. En el anverso aparece una ninfa, y en el reverso una rosa con los pétalos abiertos y la leyenda RODETON.
Las ampuritanas toman los modelos de la época clásica siracusana: en el anverso la figura de Aretusa rodeada de delfines, y en el reverso Pegaso con la leyenda EMPORITON, con el tiempo sustituida por la figura de un niño.

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